En sus inicios, la Comunidad para la Promoción de la Salud Agropastoral y Aldeana en Camerún,

Era una Asociación de conformidad con las disposiciones de la Ley N°053/90 de 19 de diciembre de 1990, sobre la libertad de asociación en Camerún. Se legalizó el 26 de abril de 2006, tras la recepción de la declaración N°000413/RDA/JO6/BAPP.

Destaca por su dinamismo y su compromiso con la causa socioeconómica y humanitaria en Camerún y África. Ha hecho de la reducción de la pobreza y la salud de las poblaciones rurales su caballo de batalla. Sus actuaciones sobre el terreno son ciertamente discretas, pero intensas, eficaces y apreciadas tanto por los beneficiarios como por el público. Tras doce años de exitosas actividades sobre el terreno, el dinamismo de la asociación no deja indiferente al Gobierno. Cumple todas las condiciones para acceder al estatus privilegiado de Organización No Gubernamental, obtenido por Orden N° 00000032/SG/DAP/SDLP/SONG del Ministerio de Administración Territorial y Descentralización (MINATD) de 02 de febrero de 2018. La ONG COPASVIC entra así en el círculo cerrado de las Organizaciones No Gubernamentales para el desarrollo local reconocidas por el gobierno de la República.

Nuestra visión
La lucha contra la pobreza, según la visión de COPASVIC, pasa por la definición y la puesta en marcha de iniciativas agropastorales, susceptibles de garantizar o reforzar la seguridad alimentaria. Esta visión también establece el vínculo directo entre producción, salud y bienestar de las poblaciones.
En efecto, la capacidad productiva de las poblaciones depende de su salud mental y fisiológica. Por eso se dice con razón que no puede haber desarrollo sin la salud de las personas.

El papel económico, social y humanitario de COPASVIC se basa en la noción de desarrollo participativo y, por tanto, sostenible. Bajo el impulso de su infatigable Presidente Fundador, la ONG COPASVIC se ha fijado los siguientes objetivos globales :

La promoción del desarrollo al servicio de la humanidad y, en particular, el apoyo de los poderes públicos en la lucha contra la pobreza y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables, a lo que debe asociarse la preservación de la salud de las aldeas y la educación de estas poblaciones, con el fin de garantizar su autonomía y su pleno desarrollo en el medio en el que viven, mediante la práctica de actividades agropastorales, sanitarias, de agua y saneamiento y el apoyo y acompañamiento de grupos de base en actividades generadoras de ingresos. En el marco de los proyectos de desarrollo comunitario, también pretende reforzar las capacidades locales apoyando los procesos de planificación de las aldeas, la alfabetización funcional, la formación (transformación de productos agrícolas, educación, etc.), la construcción de infraestructuras, etc.